La transición que va de la cosmovisión medieval a los problemas de la modernidad

La filosofía medieval  es el ámbito donde se encontrarán las ideas más relevantes del pensamiento predominante en la Edad Media, que como se sabe fue representada por dos grandes pensadores Santo Tomás de Aquino, quien intento reconciliar la doctrina de Aristóteles con el cristianismo y San Agustín de Hipona, quien postuló la necesidad de creer para comprender a través de su interpretación de las ideas de Platón, ambos creían que existía la ley eterna de Dios la cual debemos de respetar, ellos hicieron una reflexión filosófica más compleja hacia la religión. Por lo que es importante destacar que la cosmovisión medieval relacionaba lo humano con lo divino, en otras palabras la razón y la fe.

Las ideas de estos dos pensadores contribuyeron al desarrollo del cristianismo sin embargo, se dio un cambio de pensamiento o bien la transición, en donde surgieron nuevos pensadores como Nicolás Maquiavelo, quien consideró que el desarrollo histórico se origina por las acciones del hombre y no por una ley divina. Por lo que surgieron controversias como la reforma protestante de Martín Lutero, este impulso la transformación de cristianismo y con ello la escisión de la iglesia católica.

Todo esto llevo a una crisis del saber, en la que se pensaba que la naturaleza del hombre evoluciona, por lo cual se generan diversas crisis en la estructura del conocimiento humano. He aquí la aparición del renacimiento, en donde la ciencia moderna aparece cuando los investigadores dejan de lado la metodología aristotélico-tomista por ser especulativa, para defender un nuevo método, con base a la observación, experiencia y verificación empírica.

Al comparar el estado en que se encuentra la filosofía hoy en día con la situación de hace cientos de años, la diferencia no está meramente en el tiempo, si no en los cambios ocurridos en las interpretaciones y las opiniones, en la importancia dada a ciertos problemas o a ciertos campos de investigación, además del estilo y  la organización externa. Estos progresos son los que caracterizan el mundo del saber.